¿Qué causa los ronquidos en los niños y cuándo se convierte en un problema de salud?
*Aviso importante: Consulte con un médico si padece alguna afección médica. No ofrecemos asesoramiento médico ni hacemos afirmaciones, y no nos responsabilizamos de los resultados de salud individuales.
Los ronquidos infantiles son más comunes de lo que muchos padres creen. Si bien es fácil ignorar algunos ronquidos nocturnos como algo gracioso o insignificante, los ronquidos persistentes pueden ser una señal de alerta. Los estudios sugieren que hasta un 27 % de los niños roncan ocasionalmente, y entre un 7 % y un 10 % lo hacen habitualmente, aunque estas cifras pueden variar según la edad y los criterios de diagnóstico.
El sueño desempeña un papel vital en el crecimiento, el desarrollo cognitivo y la regulación emocional del niño. Cuando este sueño se ve interrumpido constantemente por ronquidos o pausas en la respiración, puede provocar graves consecuencias, desde dificultad para concentrarse en la escuela hasta problemas de conducta y retrasos en el desarrollo.
Como padre, es natural preguntarse: ¿Es esto normal? ¿Debería preocuparme? ¿Cuál es la causa? La buena noticia es que la mayoría de las causas de los ronquidos en niños son identificables y tratables. Pero la clave está en saber qué buscar. En esta guía, desglosaremos las verdaderas razones de los ronquidos infantiles, separaremos los mitos de los hechos y te daremos una idea clara de qué está sucediendo y qué hacer a continuación.
Comprender las causas fundamentales de los ronquidos es el primer paso para mejorar el sueño y el bienestar general de su hijo, y brindarle a todo el hogar un descanso nocturno más tranquilo.

Principales razones por las que su hijo ronca y cuándo preocuparse
Los ronquidos se producen cuando el flujo de aire por la boca y la nariz se bloquea parcialmente durante el sueño. En los niños, esta obstrucción suele deberse a factores físicos, ambientales o de salud. A continuación, se presentan las causas más comunes que contribuyen a los ronquidos en niños.
Amígdalas y adenoides agrandadas
Una de las causas más frecuentes de ronquidos en niños es el agrandamiento de las amígdalas y adenoides. Ubicados en la parte posterior de la garganta y detrás de la nariz, estos tejidos pueden crecer debido a infecciones frecuentes o ser naturalmente más grandes de lo normal. Al obstruir las vías respiratorias, causan vibraciones que provocan ronquidos.
Congestión nasal y alergias
Las reacciones alérgicas y los resfriados comunes pueden causar inflamación de las fosas nasales, lo que restringe el flujo de aire. Los niños con congestión nasal crónica suelen respirar por la boca durante la noche, lo que aumenta la probabilidad de roncar.
Asma y afecciones respiratorias
Los niños con asma u otros problemas respiratorios crónicos pueden experimentar una obstrucción parcial de las vías respiratorias, especialmente durante el sueño. Esto puede provocar ronquidos o incluso pausas en la respiración, conocidas como apnea del sueño.
Obesidad
El exceso de peso corporal puede contribuir a los ronquidos al agregar tejido graso alrededor del cuello y la garganta, estrechando las vías respiratorias y reduciendo el tono muscular general de las vías respiratorias, lo que aumenta el riesgo de obstrucción durante el sueño.
Anormalidades anatómicas
Problemas estructurales como un tabique nasal desviado o vías respiratorias naturalmente estrechas pueden provocar ronquidos habituales. Algunos niños simplemente nacen con anatomías de las vías respiratorias más propensas a obstruirse durante el sueño.
Factores ambientales
La exposición al humo de segunda mano, al polvo o a la mala calidad del aire puede inflamar las vías respiratorias y provocar ronquidos. Los niños que viven en entornos contaminados o en hogares con fumadores corren un mayor riesgo.
Menor duración de la lactancia materna
Algunos estudios sugieren que una menor duración de la lactancia materna puede estar asociada con un mayor riesgo de ronquidos, posiblemente debido a su papel en el desarrollo de los músculos de las vías respiratorias, pero este vínculo no es definitivo y otros factores también juegan un papel.
Posición para dormir
Los niños que duermen boca arriba son más propensos a roncar debido a la posición de la lengua y el velo del paladar. Dormir de lado puede reducir la gravedad o la frecuencia de los ronquidos.
¿Los ronquidos en los niños suponen un riesgo para la salud?
Los ronquidos ocasionales en niños, especialmente durante un resfriado o un brote de alergia, no suelen ser motivo de preocupación. Suelen resolverse por sí solos una vez que remite la congestión o irritación subyacente. Sin embargo, cuando los ronquidos se vuelven frecuentes, fuertes o crónicos, pueden indicar algo más grave: una alteración de los patrones respiratorios normales que puede afectar directamente la salud y el desarrollo del niño.
Una de las afecciones más comunes asociadas con los ronquidos persistentes es la apnea obstructiva del sueño (AOS). La AOS se produce cuando las vías respiratorias se bloquean parcial o totalmente de forma repetida durante el sueño, lo que provoca breves interrupciones en la respiración conocidas como apneas. Estas pausas pueden ocurrir decenas de veces por noche y, a menudo, pasan desapercibidas para el niño, pero no para su cuerpo.
Los riesgos para la salud de la AOS no tratada en los niños incluyen:
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Mala calidad del sueño: El sueño fragmentado causado por despertares repetidos impide que el cerebro entre en fases de sueño profundo y reparador. Con el tiempo, esta falta de sueño afecta tanto el rendimiento físico como el mental.
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Problemas cognitivos y conductuales: Los niños con AOS pueden tener dificultades de concentración, memoria y regulación emocional. Estudios vinculan los trastornos respiratorios del sueño con un mayor riesgo de síntomas similares al TDAH , bajo rendimiento académico e inestabilidad emocional.
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Crecimiento lento: La hormona del crecimiento se libera principalmente durante el sueño profundo. La interrupción crónica de este sueño puede provocar un retraso en el desarrollo físico o retraso del crecimiento.
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Efectos cardiovasculares: La reducción de los niveles de oxígeno y la presión arterial nocturna elevada asociadas con la AOS pueden sobrecargar el corazón y los vasos sanguíneos. Con el tiempo, esto puede aumentar el riesgo de hipertensión y trastornos metabólicos, incluso en niños pequeños.
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Respuesta inmune debilitada: la falta de sueño compromete la función inmune, haciendo que los niños sean más susceptibles a las infecciones y más lentos en recuperarse de las enfermedades.
Investigaciones recientes también han demostrado que incluso los ronquidos primarios, sin AOS plenamente desarrollada, podrían no ser tan inofensivos como se creía. Los niños que roncan habitualmente, incluso sin apneas, pueden experimentar alteraciones sutiles de la atención, el comportamiento y el desarrollo neurológico.
La moraleja para los padres es clara: si bien no todos los ronquidos son peligrosos, los ronquidos persistentes o molestos nunca deben ignorarse. Si su hijo ronca casi todas las noches, parece excesivamente cansado durante el día o muestra signos de regresión en el desarrollo o el comportamiento, es hora de investigar más a fondo.
Cómo saber si los ronquidos de su hijo son graves
Aunque cierto nivel de ronquidos es relativamente común en niños, es importante reconocer cuándo pasa de ser benigno a potencialmente dañino. Muchos padres pueden no notar las señales de advertencia de inmediato, especialmente si el niño parece estar sano durante el día. Sin embargo, los ronquidos habituales combinados con otros síntomas pueden indicar un trastorno del sueño subyacente, como la apnea obstructiva del sueño u otro tipo de trastorno respiratorio del sueño.
Si no está seguro de si los ronquidos de su hijo son una fase normal o algo que requiere atención profesional, aquí están los signos clave a los que debe prestar atención:
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Ronquidos tres o más noches por semana: Los ronquidos nocturnos constantes no son comunes en niños sanos. Si ocurren con frecuencia, especialmente fuera de resfriados o alergias, podrían indicar un problema crónico de las vías respiratorias.
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Pausas en la respiración durante el sueño: Si su hijo deja de respirar durante unos segundos, seguido de jadeos, atragantamientos o resoplidos fuertes, es un claro indicador de apnea obstructiva del sueño. Estas interrupciones impiden un sueño reparador y reducen la oxigenación.
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Despertarse jadeando o ahogándose: Los episodios en los que un niño se despierta repentinamente con dificultad para respirar son una señal de alerta. Esto puede ser aterrador tanto para el niño como para los padres, y a menudo indica una obstrucción importante de las vías respiratorias durante el sueño.
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Fatiga diurna excesiva o problemas de atención: La mala calidad del sueño nocturno dificulta mantenerse alerta, concentrarse en la escuela o gestionar las emociones durante el día. Estos síntomas pueden imitar o empeorar afecciones como el TDAH.
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Dolores de cabeza matutinos frecuentes: Los dolores de cabeza al despertar pueden deberse a bajos niveles de oxígeno o al aumento de dióxido de carbono durante el sueño. Si su hijo se queja a menudo de dolores de cabeza por la mañana, la calidad del sueño podría ser la causa principal.
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Signos de crecimiento deficiente o aumento de peso (retraso del desarrollo): La interrupción del sueño interfiere con la liberación natural de hormonas de crecimiento, que se produce principalmente durante el sueño profundo. Los niños que roncan y presentan retraso en el crecimiento deben ser evaluados para detectar trastornos crónicos del sueño.
Si su hijo presenta uno o más de estos síntomas, es fundamental consultar con un pediatra o un especialista del sueño. Una evaluación clínica puede dar lugar a pruebas adicionales, como un estudio del sueño nocturno, para diagnosticar con precisión el problema y orientar el tratamiento. La intervención temprana puede marcar una diferencia significativa en la salud, el comportamiento y el desarrollo general de su hijo.
¿Qué puede ayudar a reducir los ronquidos en los niños?
Si su hijo ronca con frecuencia, la buena noticia es que existen maneras efectivas de reducir o incluso eliminar el problema, dependiendo de la causa subyacente. Sin embargo, es fundamental comprender que no hay una solución única para todos. El enfoque adecuado depende del estado de salud específico de su hijo, y cualquier tratamiento debe comenzar con una consulta con un pediatra o un especialista del sueño.
Tratamiento médico
En muchos casos, el tratamiento médico puede mejorar significativamente la respiración de su hijo durante el sueño. Las opciones de tratamiento comunes incluyen:
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Manejo de las alergias: si las alergias contribuyen a la congestión o inflamación nasal, los médicos pueden recomendar antihistamínicos, corticosteroides nasales o aerosoles salinos para abrir las vías respiratorias y facilitar la respiración durante la noche.
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Tratamiento oportuno de las infecciones respiratorias: Los resfriados crónicos o recurrentes, las infecciones sinusales o la inflamación de las amígdalas pueden provocar ronquidos. El tratamiento temprano ayuda a prevenir la obstrucción de las vías respiratorias y evita que los ronquidos se conviertan en un hábito.
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Extirpación quirúrgica de amígdalas y adenoides: En niños con amígdalas o adenoides significativamente agrandadas, una solución común es la adenoamigdalectomía , un procedimiento quirúrgico que extirpa estos tejidos para abrir las vías respiratorias. Esta opción suele considerarse cuando los ronquidos son graves o están asociados con la apnea obstructiva del sueño.
Consulte siempre con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier medicamento o considerar opciones quirúrgicas. Un diagnóstico adecuado garantiza que su hijo reciba el tratamiento más eficaz y seguro.
Ajustes en el estilo de vida
Además de la intervención médica, algunos cambios sencillos en el estilo de vida también pueden desempeñar un papel importante en la reducción de los ronquidos:
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Fomentar un peso saludable: El sobrepeso puede estrechar las vías respiratorias y contribuir a los ronquidos. Una dieta equilibrada y la actividad física regular ayudan a reducir este riesgo, especialmente en niños con un estilo de vida sedentario.
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Mejorar la higiene del sueño: Los buenos hábitos de sueño favorecen un sueño más reparador y reducen la probabilidad de roncar. Esto incluye una hora de acostarse constante, limitar el tiempo frente a pantallas antes de dormir y crear una rutina relajante para la hora de dormir.
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Uso de purificadores de aire: La mala calidad del aire o la exposición al polvo, la caspa de mascotas y otros alérgenos pueden agravar el sistema respiratorio. Un purificador de aire en la habitación de su hijo puede ayudar a reducir la irritación y promover una respiración más limpia.
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Elevar la cabeza durante el sueño: Levantar ligeramente la cabecera de la cama o utilizar una almohada ergonómica puede favorecer un mejor flujo de aire a través de la nariz y la garganta, minimizando los episodios de ronquidos.
Aunque los cambios en el estilo de vida pueden parecer simples, pueden tener un poderoso efecto acumulativo, especialmente cuando se combinan con orientación médica.
Cómo los padres pueden dormir mejor mientras controlan los ronquidos de sus hijos
Cuidar a un niño que ronca puede afectar el sueño de toda la familia, especialmente de los padres. Mientras trabaja para identificar y abordar la causa raíz, es importante crear un ambiente de sueño tranquilo y silencioso para que usted pueda descansar bien y mantenerse resiliente.
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Conclusión
Los ronquidos en niños suelen considerarse un hábito inofensivo, pero cuando se vuelven frecuentes, fuertes o se acompañan de otros síntomas, pueden indicar problemas subyacentes más graves. Desde amígdalas inflamadas hasta alergias, malas posturas al dormir o incluso apnea del sueño, existen muchas causas potenciales que vale la pena investigar. Si no se tratan, los ronquidos crónicos pueden afectar el crecimiento físico, el bienestar emocional, el desarrollo cognitivo y la calidad de vida general del niño. Por eso son tan importantes la observación temprana, la consulta profesional y la intervención oportuna. Al identificar la causa y tomar las medidas adecuadas, ya sean médicas, ambientales o relacionadas con el estilo de vida, los padres pueden ayudar a su hijo a dormir más tranquilo y a prosperar durante el día. Y, al mismo tiempo, es igualmente importante que los padres cuiden su propio descanso y resiliencia, porque un mejor sueño para toda la familia comienza con la concienciación, la acción y un entorno de sueño saludable.
Preguntas frecuentes
¿Es normal que los niños ronquen ocasionalmente?
Sí, los ronquidos ocasionales en niños suelen ser normales y suelen estar relacionados con factores temporales como resfriados, alergias o la postura al dormir. Sin embargo, si los ronquidos ocurren casi todas las noches, son fuertes o incluyen pausas en la respiración, podrían indicar una afección subyacente que requiere evaluación médica.
¿Pueden los ronquidos afectar el comportamiento y el aprendizaje de mi hijo durante el día?
Por supuesto. Los ronquidos persistentes, especialmente cuando se asocian con trastornos respiratorios del sueño, como la apnea obstructiva del sueño, pueden perturbar un sueño reparador. Esto puede provocar fatiga diurna, dificultad para concentrarse, irritabilidad e incluso comportamientos similares al TDAH. La mala calidad del sueño también puede afectar negativamente la memoria, el aprendizaje y el rendimiento académico.
¿Cuándo debo llevar a mi hijo al médico por los ronquidos?
Debe consultar con un pediatra si su hijo ronca más de tres noches a la semana, jadea o deja de respirar durante el sueño, parece inusualmente cansado durante el día o muestra signos de crecimiento lento o cambios de comportamiento. Un profesional de la salud puede evaluar los síntomas y recomendar pruebas adicionales, como un estudio del sueño.


