¿Perder peso realmente puede marcar una diferencia en el tratamiento de los ronquidos?

Los ronquidos se producen cuando el flujo de aire se bloquea parcialmente durante el sueño. Esta obstrucción puede deberse a la relajación de los músculos de la garganta, la congestión, la postura al dormir o la propia forma de las vías respiratorias. Un factor que a menudo se pasa por alto es el peso corporal, especialmente alrededor del cuello y la parte superior del cuerpo.

El tejido sobrante en esta zona puede dificultar la libre circulación del aire. Cuanto más estrecha se vuelve la vía respiratoria, más pueden vibrar los tejidos. Esta vibración es la que produce el sonido del ronquido. Cuanto más restringido está el flujo de aire, más fuerte suele ser.

Pero ¿eso significa que perder peso calmará automáticamente la situación?

Cómo la pérdida de peso puede aliviar los ronquidos

No todos los que roncan tienen sobrepeso, y no todos los que pierden peso dejarán de roncar. Pero en casos de sobrepeso, reducirlo puede ayudar a aliviar los ronquidos de varias maneras:

  1. Menor estrechamiento de las vías respiratorias: La grasa alrededor del cuello y las vías respiratorias superiores puede reducir el espacio en la garganta. Con la pérdida de peso, este espacio puede aumentar, permitiendo que el aire circule con mayor libertad.

  2. Tono muscular mejorado: Los ejercicios orofaríngeos específicos, en lugar de la actividad física general, pueden mejorar el tono de los músculos que sostienen las vías respiratorias, reduciendo potencialmente los ronquidos en algunas personas.

  3. Menor colapso tisular: El sobrepeso puede hacer que los tejidos de las vías respiratorias sean más propensos a colapsar al acostarse. Bajar de peso puede ayudar a disminuir esta tendencia.

  4. Respiración más fácil: La grasa abdominal puede presionar el diafragma, dificultando la expansión completa de los pulmones. Perder peso abdominal puede reducir la presión sobre el diafragma, lo que puede hacer que la respiración durante el sueño se sienta menos restringida.

Lo que nos dice la investigación

Varios estudios han explorado la conexión entre un índice de masa corporal (IMC) más alto y ronquidos más frecuentes. Los hallazgos no son idénticos para todos, pero han surgido algunas tendencias generales.

Observaciones clave:

  • Las personas con un IMC en el rango de sobrepeso u obesidad tienen más probabilidades de experimentar ronquidos en comparación con aquellas en el rango normal.

  • Algunos estudios sugieren que las personas con un IMC inferior a 25 pueden experimentar una reducción de los ronquidos, aunque los resultados pueden variar según el individuo.

  • Pasar de la obesidad al sobrepeso podría no ser suficiente por sí solo. Es posible que se necesiten reducciones más importantes para ver una mejora clara.

La circunferencia del cuello también importa

No se trata solo del peso corporal total. El tamaño del cuello parece ser un factor independiente. Las investigaciones demuestran que las personas con una mayor circunferencia del cuello, generalmente superior a 43 cm en hombres y 40 cm en mujeres, son más propensas a roncar, incluso con un IMC normal. Sin embargo, la pérdida de peso puede tener un impacto limitado en los ronquidos en personas con un IMC normal.

Cuándo la pérdida de peso ayuda más

Bajar de peso suele ser más efectivo para las personas cuyos ronquidos se desarrollaron o empeoraron junto con el aumento de peso. Las personas con un índice de masa corporal (IMC) de 25 o superior y quienes acumulan sobrepeso en el cuello, el pecho o las vías respiratorias superiores pueden observar mejoras notables. En estos casos, reducir el exceso de grasa podría aliviar parte de la restricción física en las vías respiratorias, lo que podría ayudar a facilitar el flujo de aire por la noche. En algunos casos, controlar el peso puede provocar cambios notables en los ronquidos, aunque es posible que deban considerarse otros factores.

Dicho esto, no todos los ronquidos están relacionados con el peso. Algunas personas continúan roncando incluso después de perder peso. Esto puede ocurrir por diversas razones. Factores como una vía respiratoria naturalmente estrecha, la postura al dormir (especialmente boca arriba), la congestión nasal persistente o las alergias, el consumo de alcohol o tabaco, y los cambios hormonales relacionados con la edad pueden contribuir. En estas situaciones, bajar de peso puede ayudar en cierta medida, pero rara vez es la única solución. Puede ser necesario un enfoque más integral para abordar el problema en su conjunto.

Consejos para reducir los ronquidos mediante el control del peso

No es necesario buscar cambios drásticos de la noche a la mañana. En muchos casos, una reducción del 5 al 10 % del peso corporal puede producir mejoras notables. Aquí tienes algunas maneras de empezar:

Pequeños cambios que pueden ayudar:

  • Agregue actividad ligera a lo largo del día, como caminatas cortas.

  • Limite las comidas pesadas a altas horas de la noche y controle el tamaño de las porciones.

  • Mantenga un horario de sueño constante para fomentar hábitos saludables.

  • Elija alimentos ricos en nutrientes como verduras, cereales y proteínas magras.

  • Manténgase hidratado y reduzca el consumo de alcohol, especialmente por la noche.

Conclusión

Bajar de peso puede ser fundamental para reducir los ronquidos, especialmente para quienes tienen sobrepeso en zonas que afectan la respiración. Sin embargo, los ronquidos no siempre están relacionados con el tamaño corporal. Otras causas pueden influir, incluso en personas con un IMC saludable.

Identificar la causa de los ronquidos es clave, y la pérdida de peso debe intentarse solo después de consultar a un proveedor de atención médica para descartar la apnea obstructiva del sueño, ya que los ronquidos pueden indicar esta grave afección que requiere un tratamiento específico.

Preguntas frecuentes

¿La pérdida de peso siempre detiene los ronquidos?

No necesariamente. Bajar de peso puede ayudar a reducir los ronquidos en algunas personas, pero depende de la causa inicial. También podrían ser necesarios otros factores.

¿Cuánto peso necesitas perder para notar una diferencia?

Algunas personas experimentan una mejora con solo un 5 o 10 % de pérdida de peso. Sin embargo, el impacto varía y otras causas también pueden contribuir.

¿Las personas delgadas también pueden roncar?

Sí. Los ronquidos no solo se relacionan con el peso. Las personas sin sobrepeso pueden roncar debido a la forma de las vías respiratorias, problemas nasales o hábitos de sueño.

¿Por qué la grasa del cuello afecta los ronquidos?

El tejido adicional alrededor del cuello puede reducir el tamaño de las vías respiratorias. Este estrechamiento aumenta la probabilidad de vibración al pasar el aire durante el sueño.

¿Qué pasa si alguien pierde peso y sigue roncando?

Los ronquidos pueden persistir por diversas razones más allá del peso y, en esos casos, explorar otros posibles factores contribuyentes puede ofrecer información adicional.

¿Puede el ejercicio ayudar incluso antes de perder peso?

Podría ser. El movimiento regular puede favorecer un mejor tono muscular en general, incluso en las zonas que influyen en la respiración. Una mejor condición física también puede contribuir a una mejor calidad del sueño.

¿Los ronquidos son siempre un signo de una enfermedad grave?

No siempre. Roncar ocasionalmente es común. Pero si ocurre con regularidad o interrumpe el sueño, quizás valga la pena investigar más a fondo.