¿Puede el consumo de alcohol ser la razón por la que roncas durante la noche?

Una bebida relajante al final de un largo día puede parecer la manera perfecta de desconectar. Pero si los ronquidos parecen más fuertes o frecuentes después de unas copas de vino o cerveza, no te lo estás imaginando. El alcohol puede afectar la calidad de tu respiración durante el sueño. Ya sea un problema ocasional o parte de tu rutina nocturna, vale la pena comprender cómo el consumo de alcohol puede influir en tu sueño y tus ronquidos.

¿Beber causa ronquidos?

En resumen: sí, beber alcohol puede aumentar la probabilidad de roncar. Si bien no es la causa principal en todos los casos, el alcohol puede aumentar las probabilidades, especialmente si alguien ya ronca de vez en cuando.

Los ronquidos suelen ocurrir cuando el flujo de aire por la nariz o la garganta se restringe durante el sueño, lo que puede provocar vibraciones en los tejidos blandos y generar ruido. Es común y puede variar de una noche a otra.

El alcohol puede aumentar la probabilidad de restringir el flujo de aire durante el sueño, especialmente en personas que ya roncan. Relaja los músculos que suelen ayudar a mantener abiertas las vías respiratorias y, en algunas personas, también puede causar inflamación de las fosas nasales. En conjunto, estos cambios pueden provocar ronquidos más fuertes o frecuentes. El alcohol puede exacerbar los ronquidos en quienes ya roncan y también puede desencadenarlos en personas que no suelen roncar. Al relajar los músculos de las vías respiratorias superiores y aumentar la resistencia al flujo de aire, puede provocar episodios de ronquidos incluso en personas sin antecedentes.

Lo que el alcohol le hace a tu cuerpo a la hora de dormir

Beber poco antes de acostarse puede aumentar la probabilidad de roncar. La forma en que el alcohol afecta al cuerpo contribuye a esto de varias maneras clave:

Relaja los músculos más de lo habitual

El alcohol puede ralentizar la actividad corporal y relajar los músculos, incluyendo los que suelen ayudar a mantener las vías respiratorias durante el sueño. Esto incluye la lengua, el paladar blando y la garganta. En personas propensas a roncar, esta relajación muscular adicional puede provocar que las vías respiratorias se estrechen más de lo habitual.

Puede contribuir a la congestión nasal

El alcohol puede dilatar los vasos sanguíneos, lo que provoca inflamación de las fosas nasales en algunas personas, y también puede irritar la mucosa nasal. Esta irritación adicional puede aumentar la congestión nasal y la resistencia de las vías respiratorias, lo que favorece la respiración bucal y aumenta la probabilidad de roncar.

¿Puede resecar la garganta?

Se sabe que el alcohol deshidrata. Cuando la garganta está seca, los tejidos pueden irritarse más o ser más propensos a vibrar, lo que podría provocar un aumento de los ronquidos en algunas personas.

Cómo el tiempo y la cantidad marcan la diferencia

El alcohol no afecta a todos de la misma manera, pero la cantidad que bebes y a qué hora lo haces cerca de la hora de acostarte pueden marcar la diferencia.

  • Cantidades elevadas de alcohol pueden provocar una relajación muscular más profunda, lo que aumenta la probabilidad de roncar.

  • Beber justo antes de acostarse le da a tu cuerpo menos tiempo para procesar el alcohol, lo que significa que sus efectos pueden ser más fuertes mientras duermes.

  • Las personas que ya roncan pueden notar que el problema se vuelve más frecuente o intenso después de beber.

El alcohol y la calidad del sueño

Además de los ronquidos, el alcohol puede influir en la forma en que el cuerpo atraviesa las etapas del sueño. Si bien puede ayudar a conciliar el sueño más rápido, reduce significativamente el tiempo de sueño REM, una etapa crucial para un descanso reparador. También aumenta la fragmentación del sueño al provocar despertares más frecuentes durante la noche, lo que provoca una peor calidad del sueño y somnolencia al día siguiente.

Ronquidos vs. Algo más serio

Los ronquidos suelen ser inofensivos y, en su mayoría, solo ruidosos. Pero si se acompañan de síntomas como ruidos de ahogo, pausas prolongadas en la respiración o cansancio notable durante el día, conviene prestar más atención.

El alcohol puede empeorar los ronquidos y también contribuir a o desencadenar episodios de apnea obstructiva del sueño (AOS), incluso en personas sin diagnóstico previo. Puede aumentar la frecuencia y la gravedad de los episodios de apnea, reducir los niveles de oxígeno durante el sueño y se considera un factor de riesgo significativo para los trastornos respiratorios del sueño. Si los ronquidos se vuelven frecuentes o disruptivos, un primer paso útil es monitorear su frecuencia y los posibles desencadenantes.

Consejos para reducir los ronquidos después de beber

Roncar después de beber no es una garantía. Unos pequeños cambios podrían ayudar a que la noche sea más tranquila:

  1. Vigila el reloj: Intenta dejar un intervalo de 3 a 4 horas entre tu última copa y tu hora de dormir. Esto le da a tu cuerpo más tiempo para procesar el alcohol.

  2. Manténgase hidratado: beber agua entre o después de las bebidas alcohólicas puede ayudar a reducir la sequedad en la garganta.

  3. Beba con moderación: reducir la cantidad de bebidas puede reducir las probabilidades de roncar, especialmente si ya es propenso a ello.

  4. Dormir de lado: Dormir boca arriba puede provocar que los tejidos se colapsen con mayor facilidad. Dormir de lado suele mantener las vías respiratorias más abiertas.

  5. Pruebe un soporte respiratorio suave: Algunas personas afirman que usar dispositivos como tiras nasales o dispositivos que modifican la posición de la boca parece mejorar sus ronquidos. Estos pueden ser especialmente útiles después de una noche de copas.

  6. Realice un seguimiento de sus patrones: si nota más ronquidos después de ciertos tipos de bebidas o después de una cierta cantidad, mantener un registro de sueño simple puede ayudar a detectar qué contribuye a ello.

Cuándo buscar ayuda

Si ronca con más frecuencia o se siente más cansado, puede ser útil observar cuándo ocurre y qué podría estar contribuyendo. Prestar atención a sus hábitos, especialmente a cómo el alcohol se integra en su rutina nocturna, puede revelar patrones que son fáciles de pasar por alto.

Si los cambios que has probado no te ayudan, puede ser útil hablar con un profesional sobre lo que estás experimentando. A veces, comprender tus hábitos de sueño se trata de observar pequeños patrones y ajustar tu rutina de la manera que te resulte más cómoda.

Conclusión

Beber no significa automáticamente que roncarás, pero para muchas personas, puede aumentar la probabilidad de hacerlo. Desde músculos relajados hasta congestión nasal y un sueño más ligero, el alcohol puede llevar al cuerpo a un estado en el que es más probable que ronques.

Afortunadamente, algunos pequeños cambios en tu rutina, como mantenerte hidratado, reducir el consumo de bebidas o cambiar el horario, pueden ser muy útiles. La clave está en descubrir qué te funciona, para que tú (y quienes estén cerca) puedan dormir mejor.

Preguntas frecuentes

¿El alcohol siempre causa ronquidos?

No siempre. Algunas personas pueden beber y no roncar en absoluto. Otras pueden notar ronquidos más fuertes o frecuentes según la cantidad de alcohol consumida o la proximidad de la hora de acostarse.

¿Por qué ronco más después de beber, pero no siempre?

Podría ser el momento, la cantidad que bebiste o incluso la posición en la que dormiste. Algunas noches, tu cuerpo puede estar más relajado o congestionado, lo que puede aumentar la probabilidad de roncar.

¿Debo dejar de beber por completo si ronco?

No necesariamente. Si roncas solo ocasionalmente, espaciar las bebidas más temprano por la noche o tomar menos podría ayudarte. Se trata de encontrar el equilibrio que te funcione.

¿Cuánto tiempo antes de acostarme debo dejar de beber?

Dejar pasar de 3 a 4 horas entre tu última bebida y la hora de acostarte le da a tu cuerpo tiempo para procesar el alcohol y puede reducir las probabilidades de roncar.

¿Existe algún tipo de alcohol que afecte más los ronquidos que otro?

Esto puede variar. Algunas personas notan mayor congestión con ciertas bebidas, como el vino tinto o la cerveza. Prestar atención a cómo las diferentes bebidas afectan el sueño podría ayudarte a identificar un patrón.

¿El alcohol afecta la calidad de mi sueño?

Sí, puede ser. Incluso si te duermes rápidamente, el alcohol puede reducir la cantidad de sueño reparador que obtienes. Eso podría dejarte aturdido al día siguiente, incluso después de estar en cama durante horas.